Visibilidad y diversidad lésbica en el cine español. Cuatro películas de la última década
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Resumen
Visibilidad y diversidad. Éstas eran las palabras de orden que resonaban en las reivindicaciones hechas por activistas de la causa lésbica a lo largo de la última década. Su lucha era por la ‘normalización’ social de lesbianas, que no se haría efectiva únicamente con la consecución de ciertos derechos civiles por parte del colectivo LGTBQ [1]. Habría, fundamentalmente, que combatir la invisibilidad, que encubre la existencia de la lesbiana, encarcelándola, y presentar alternativas a los escasos referentes que la encasillan en estereotipos al representarla tergiversada. La manera de lograrlo era dándose a conocer: el camino más sensato para cuestionar imágenes preconcebidas y huir de categorías que no dan cuenta de abarcar su pluralidad. El cine, por ser un medio de comunicación que inspira y refleja la realidad, ha absorbido este discurso. Y con la caída del régimen franquista, al dejar de estar sometida a la censura, la cinematografía española pasa a retratar al personaje homosexual femenino libre de ciertos estigmas. Las ‘vampiresas’ y ‘marimachos’ (creo que deberían ir encomillados estos términos ceden lugar a mujeres de diferentes edades y etnias. A ingenieras, profesoras, estudiantes, escritoras, pianistas. Mujeres que se involucran tanto a nivel sexual como afectivo con otras mujeres y no lo ocultan. Ni dentro ni fuera del celuloide.
[1] Lésbico, Gay, Transgénero, Bisexual, Queer.
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